7.6.05

Qué ironía. Abandonar un vicio cuesta tanto como olvidarse de un ser querido. Visto desde una óptica diferente, pareciera que el vicio nos toma tanto afecto que no nos puede dejar así, a la deriva con la realidad y el peligro constante de nuestro pensamiento.

Pobre el mal hábito; después de tanto tiempo y fiel compañía, incondicional ante todo. Nunca una queja, nunca un planteo, siempre dispuesto a complacer. Tan aferrado y tan parte nuestra; el hijo del exceso abandonado. Una lástima.

Oh, el desarraigo, triste condena de los vicios.

Ahí tienen una buena excusa. Ahora vayan, fumen tranquilos.

1.6.05

El vaso de leche chocolatada. Virginia me llamaba "ternero guacho".

Me estuve mirando los dedos un buen rato. No encuentro esos pequeños semicírculos blancos que se forman en la base de las uñas y las dejan tan bonitas. Inclusive si las veo a contraluz, están rugosas, sin brillo. Falta de calcio, me dijeron; tomá leche. Ahí me acordé de Virginia, la que no dormía siestas y se quedaba conmigo en la cocina, jugando a cosas que mi memoria anuló vaya a saber uno por qué; la cuestión es que la pasábamos muy bien. Ella los mates, yo el lactante. Buen recuerdo.

Fui a la heladera y me preparé un vaso. Ya no usamos más el colador; ni siquiera la hervimos. Intenté sacar cuentas. No recuerdo cuando fue mi última chocolatada. Antes el pibe se zampaba medio litro en un santiamén y tenían que andar escondiendo los sachets en lugares tan ridículos como la mesita de luz (los domingos solían pasar esas cosas). Disfrutaba el vaso y los sorbos con algún pedazo de algo para el buche, desparramado en cualquier lugar; generalmente el patio, mirando el cielo a través de la parra. Era una estricta y agradable rutina.

Y ahora nada; que pasó, che.

- Señor Juan, no me venga con planteos. Vamos, se me mira en el espejo rapidito. Ese es usted. ¿Quién es hoy, gurrumín desfachatado, qué hace hoy, vida mía?

- Ah, cierto, hago eso; la vida. Ando ocupado, ¿vio?. Como dijo Lennon.

- Ahora sí mi niño, vuelva a su lugar sin chistar.

- Pero mire como tengo las uñas.